Del 4 al 6 de mayo de 2018, el Comité de Bandung del Norte organizó una conferencia internacional en París siguiendo el espíritu de la conferencia de Bandung de 1955. Fue la primera conferencia internacional de personas racializadas que se ocupó de los problemas que las personas de color viven en el Norte Global, discutir asuntos de interés común y forjar políticas de alianzas. Se plantearon cuestiones sobre racismo, inmigración, islamofobia, antisemitismo, derechos palestinos y antigitanismo en el marco del colonialismo y el neocolonialismo. La conferencia tuvo una sesión plenaria con oradores principales como Angela Davis, Fred Hampton Jr., Ramon Grosfoguel o Houria Bouteldja entre otras voces. Diferentes discusiones exploraron diferentes temas desde el surgimiento del estado policial hasta la relación entre movimientos sociales de comunidades negras, indígenas, roma, asiáticas, judías e islámicas. La denuncia del antigitanismo de Estado realizada por Sebijan Fejzula como representante de Kale Amenge supuso un hito en nuestra lucha por la construccion de autonomia politica romani y por la inclusion del proceso de emancipacion romani en la agenda decolonial internacional.

Intervención de Sebijan Fejzula en el Forum#1 del Bandung du nord: Racismo intra-comunitario. ¿Cómo combatirlo y construir alianzas estratégicas entre comunidades ?

Buenos días, Salam aleikum, Shukar dive savorenge ,

Mi nombre es Sebijan Fejzula y soy una romni de Macedonia, militante de Kale Amenge, una organización decolonial romaní e investigadora del Centro de Estudios Sociales de la Universidad de Coímbra, pero hoy voy a hablar desde la experiencia del ghetto, hoy desafío a ser diluida bajo lo universal, dando luz y visibilidad a todas esas realidades del pueblo Roma que han sido ignoradas durante mucho tiempo. Que quede claro, aquí no estamos hablando de quejas de carácter personal, sino de racismo. Se trata de un racismo constante y traumático, por tanto, teorizar la experiencia del pueblo Roma en Europa, es una tarea difícil. James Baldwin supo entender bien este fenómeno, él nos recordó “Prácticamente no habido ninguna lengua capaz de describir los “horrores” a los que se ha visto sometida la población negra”.

Aun así, no hay mayor placer, sensación de pertenencia y reconocimiento que estar aquí, rodeada de tod@s vosotr@s, y sobre todo ser capaz de compartir y reflexionar sobre la lucha de mi pueblo, l@s Roma. He elegido empezar con estas palabras, porque históricamente, incluso hoy día, el antigitanismo no ha jugado ningún rol, ni tan siquiera  uno secundario, en las luchas anti-racistas. Nosotr@s l@s romaníes nos preguntamos constantemente ¿por qué? Para alguna gente, todo es culpa nuestra y no tiene nada que ver con el hecho de que vivamos en una sociedad anti-gitana, no es racismo, si no que nosotr@s somos el problema, nosotr@s somos l@s ladron@s, l@s mendig@s y todo aquello que nos queráis llamar, pero lo que realmente somos para estas personas, lo que ven cuando nos miran, es un recuerdo constante de persistente impureza, un grupo de personas incapaces de ser domesticad@s en el imaginario occidental de civilización. Si esa civilización significa forzarnos a abandonar nuestra identidad, lengua y tradición; el exterminio de nuestra gente; la falta de reconocimiento de nuestras víctimas como víctimas del antigitanismo actual o la negación del reconocimiento a nuestr@s ancestr@s que fueron asesinad@s en el Porrajmos, el Holocausto Roma,entonces yo pregunto ¿Quiénes son l@s incivilizad@s aquí?

¿Por qué apenas se mencionan esas actitudes puramente racistas dirigidas hacía nosotr@s y se esconden bajo discusiones de valores civilizatorios? Usando las grandes palabras de Houria Bouteldja, debemos de abandonar la fascinación por el hombre blanco, esa misma fascinación que  tan profundamente hemos internalizado entre nosotr@s, creando jerarquias y violencia entre nosotr@s como una estrategia para destruir cualquier alianza política posible, para destuir cualquier tipo de amenaza que pueda crear un desorden en el orden interno de la occidentalidad. Para acabar con aquello que Houria llama amor revolucionario!

La mesa de debate donde yo estoy participando se llama “Racismo entre comunidades racializadas”. En relación a este aspecto, es una tarea fundamental para nosotr@s, terminar con los modelos hegemónicos que determinan como nos vemos a nosotr@s mism@s, de forma que ello se convierta en un ejercicio para nuestra liberación y emancipación. La construcción ideológica de la modernidad, como sistema de dominación, se crea de una forma que nos niega la posibilidad, como miembr@s de grupos subordinados, de confrontar la colonialidad interna. En ese sentido, nosotr@s como grupos subordinados, estamos en un continuo proceso de desarrollar conexiones con nosotr@s mism@s a través de la otredad blanca, como resultado de nuestro emplazamiento histórico como “l@s otr@s” y nunca como lo que somos.

La construcción europea de “raza” genera una serie de obstáculos políticos e históricos en los que se encuadra la problemática del racismo y de las razas; por un lado, la forma en que esto es tácitamente preconcebido hace que sea casi imposible hablar de ello, por otro lado, esta concepción de lo racial como un “estilo de vida” sustenta la justificación y legitimación del poder ejercido sobre los racializados. Como consecuencia, ciertas normas aparecen y desaparecen en base a una serie de procesos donde el poder decide qué sujetos son importantes reconocer y cuáles no. Históricamente, esto también ha significado legitimar el poder y las prácticas de una relación de superioridad/inferioridad entre el grupo dominante y los grupos oprimidos, lo cual dificulta todavía más nuestra propia autodeterminación.

La construcción epistémica de la relación dialéctica entre conceptos como “los salvajes”, “las víctimas” y “los salvadores”, concepción completamente eurocéntrica, un enfoque occidentalmente orientado a la creación de la idea de barbarismo, ha construido la idea de un grupo cultural que no es capaz de representarse a si mismo, ni tan siquiera hablar por si mismo y que, por lo tanto, requiere de la creación de los salvadores (gente blanca de clase media) cuyo principal tarea es la de “salvar” a “l@s otr@s” en nombre de un humanismo ciego al color y al racismo. Esa idea de no mirar el color tiene como consecuencia una gran ceguera en los movimientos feministas blancos, los cuales describen la experiencia de las mujeres solamente a través del análisis del patriarcado y el sexismo, obviando la importancia de la raza.

El antigitanismo, como forma y producto del racismo, es una realidad cruel para mi pueblo. Esta realidad, esto no es experimentada sólo por l@s Roma, si no por tod@ aquel que experimenta el racismo en su propia piel. Esto no puede ser entendido sin atender a su vinculación con el “mundo blanco”, realidad que ha sido enormermente tergiversada y no reconocida. Ese olvido es lo que nos ha motivado a nosotr@s, l@s militantes de Kale Amenge a luchar contra ello, porque aquello que es ocultado a nuestro conocimiento, permanecerá siempre en silencio, a no ser que sea rescatado.

Hoy nos encontramos un Europa que, proclamando abiertamente su antigitanismo, llama a la limpieza étnica e incluso el exterminio; pero ni nuestro pueblo, ni nuestros valores, ni nuestra cultura son el problema, como nunca lo han sido. Se hace urgente señalar el origen del problema, y también su color, por eso no hablaremos de la `cuestión gitana´ sino que con mayor precisión hemos de apuntar desde ahora a la cuestión gachí, la cuestión gachí, la `cuestión blanca´ en definitiva, ejerciendo así nuestra legitimidad para nombrar y definir el mundo de acuerdo con las condiciones de nuestra existencia.

Para concluir con este histórico momento, utilizaré las palabra de Angela Davis”

“Tenéis que actuar como si fuese posible transformar radicalmente el mundo. Y tenéis que hacerlo todo el tiempo”

Kale Amenge. Hacía una lucha decolonial romaní